Verano de 1980, mi tio Santiago, hermano menor de mi madre, aparecía por casa, en sus manos llevaba una bolsita con agua, en su interior habia un pez, gris, feo, con una gran boca. Mi tio lo mostraba muy contento, _"ahi esta sobrino, lo que te prometí". Con algo de descontento le di las gracias, cojí la bolsa y procedí a meter al "feo pez" dentro de la pecera. Los golfish, guppys, espadas y molineses lo miraban como lo que era, "un extraño". A penas lo vió mi madre dijo casi con desgano: ¡Un Apache!.
El Apache, era un pez chusco, nada bonito, lo único colorido que tenía eran dos rayas celestes a la altura de sus aletas que le hacían acreedor a su sobrenombre.
Ya en la pecera el "Apache" notó que estaba en territorio ostil, como que sabía que era el más feo de todos. Se refugió por 5 dias tras el aparato purificador. No salía para nada, es más, parecía como muerto. "Mami, estará vivo este bicho?", le dije. Mi madre, que conocía muy bien a esa raza de peces se sonrió y me dijo como con burla "¡ya veras... ya veras!...
Primer día de clases en 1980, una gran mancha ploma se aglomeraba en el gran patio principal de la GUE Melitón Carbajal. Yo, asustado por mi primer dia en la secundiaria, nunca había visto tantos escolares juntos en un colegio tan enormemente gigante. Busqué desesperadamente mi ubicación, no la encontré, sólo sabía que mi salón asignado era el "A-19".
Jacinto era el hijo del señor que dejaba el periodico en casa, estaba en 5to de media, me ayudó a encontrar mi salon. En el camino le pregunté el porque los salones tenían una letra y un número y no eran como en todos los colegios "A" o "B". Me dijo: "Es que en este colegio hay muchos alumnos como para dividirlos en letras. Primero es "A", Segundo es "B" y asi para adelante... pero el "A-19" es un buen salón, peor hubiera sido que te tocara los salones del A-40 para arriba, estan llenos de repitentes". prosiguió "Sólo te aconsejo una cosa, no te dejes pisar por nadie!, si te dejas pisar, fuiste!, mejor es que seas de los que pisan y no de los pisados!... Suerte!". y me señaló mi salón.
Con ese consejo dándome vueltas entré a mi aula. Los alumnos se jalaban las camisas, otros tiraban papeles, se golpeaban, escribian en las paredes, una gran bulla que no dejaba escuchar nada. El impacto fue brutal!, me senti como el "Apache". De inmediato me senté en la última carpeta del salón. Haré como el "Apache" me dije, cinco dias sin habar con nadie. Y sólo, casi escondido en mi carpeta, pude apreciarlo todo.
Ya en la pecera el "Apache" notó que estaba en territorio ostil, como que sabía que era el más feo de todos. Se refugió por 5 dias tras el aparato purificador. No salía para nada, es más, parecía como muerto. "Mami, estará vivo este bicho?", le dije. Mi madre, que conocía muy bien a esa raza de peces se sonrió y me dijo como con burla "¡ya veras... ya veras!...
Primer día de clases en 1980, una gran mancha ploma se aglomeraba en el gran patio principal de la GUE Melitón Carbajal. Yo, asustado por mi primer dia en la secundiaria, nunca había visto tantos escolares juntos en un colegio tan enormemente gigante. Busqué desesperadamente mi ubicación, no la encontré, sólo sabía que mi salón asignado era el "A-19".
Jacinto era el hijo del señor que dejaba el periodico en casa, estaba en 5to de media, me ayudó a encontrar mi salon. En el camino le pregunté el porque los salones tenían una letra y un número y no eran como en todos los colegios "A" o "B". Me dijo: "Es que en este colegio hay muchos alumnos como para dividirlos en letras. Primero es "A", Segundo es "B" y asi para adelante... pero el "A-19" es un buen salón, peor hubiera sido que te tocara los salones del A-40 para arriba, estan llenos de repitentes". prosiguió "Sólo te aconsejo una cosa, no te dejes pisar por nadie!, si te dejas pisar, fuiste!, mejor es que seas de los que pisan y no de los pisados!... Suerte!". y me señaló mi salón.
Con ese consejo dándome vueltas entré a mi aula. Los alumnos se jalaban las camisas, otros tiraban papeles, se golpeaban, escribian en las paredes, una gran bulla que no dejaba escuchar nada. El impacto fue brutal!, me senti como el "Apache". De inmediato me senté en la última carpeta del salón. Haré como el "Apache" me dije, cinco dias sin habar con nadie. Y sólo, casi escondido en mi carpeta, pude apreciarlo todo.
Descubrí cual era el grupito de los pleitistas, los que buscan bronca, despues el grupo de los chancones, siempre hay un "cuatrojos", el de los "choros", especialistas en lapiceros, el grupo de los chistosos, especialistas en poner apodes y el grupo de los que se dejan pisar. Tenía a todos estudiados.
El pobre "Apache" ya no era tan pobre que digamos, poco a poco había ganado terreno. Nadaba en paralelo al vidrio y comía de las sobras que los demás dejaban. Poco a poco y sin darnos cuenta, el feo "Apache" fue tomando poseción de toda la pecera, aprendió a comer del comedero de las lombrices, nadie podía hacercarse si antes el "Apache" no había comido, ya varios gupys habían perdido su cola por osarse a comer antes que él.
Increiblemente, ya no lo veia tan feo, su color gris habia cambiado por un tono marrón oscuro y sus rayas celestes habian pasado a ser color café. Estaba robusto, casi gordo, nuestro "Apache" ya adulto era sin dudas "El Rey de la pecera".
Poco a poco me hice de amigos en el "A-19". El primero fue el "cholo" Moreno, peleador nato y al que todo el salón le temía. "¡Si comparito, tu nomas dime quien te hace la bronca que yo le hago el pare!" me dijo Moreno. A cambio una gaseosa con un pan con relleno. Después siguió la "Rata" Fernandez, especialista en poner apodos, si te agarraba de punto no te soltaba todo el año un cómico por naturaleza. Cisneros, del grupo de los chancones, asegurado quién me preste los cuadernos para ponerme al día. Ferreñafe, especialista en lapiceros, igual me robó varios lapiceros y Pantigoso, del grupo de los que se dejan pisar, sólo un hola, sin mucha confianza para no perder el status.
El "Apache" aprendió a comer en grupo, ya no picaba a los demás, cuando cambiábamos el agua y sacabamos uno por uno los peces, el "Apache" parecía defender a sus amigos, picaba las manos, era el último en dejarse cazar.
Sin darme cuenta, me hice respetar en el "A-19". Era como el "Apache", no me dejaba picar por nadie, y picaba a los que se dejaban picar. Asi pasó mi primer año en la GUE Meliton Carvajal. Mi querido colegio, donde pasaría los próximos cinco años de mi vida.
El pobre "Apache" ya no era tan pobre que digamos, poco a poco había ganado terreno. Nadaba en paralelo al vidrio y comía de las sobras que los demás dejaban. Poco a poco y sin darnos cuenta, el feo "Apache" fue tomando poseción de toda la pecera, aprendió a comer del comedero de las lombrices, nadie podía hacercarse si antes el "Apache" no había comido, ya varios gupys habían perdido su cola por osarse a comer antes que él.
Increiblemente, ya no lo veia tan feo, su color gris habia cambiado por un tono marrón oscuro y sus rayas celestes habian pasado a ser color café. Estaba robusto, casi gordo, nuestro "Apache" ya adulto era sin dudas "El Rey de la pecera".
Poco a poco me hice de amigos en el "A-19". El primero fue el "cholo" Moreno, peleador nato y al que todo el salón le temía. "¡Si comparito, tu nomas dime quien te hace la bronca que yo le hago el pare!" me dijo Moreno. A cambio una gaseosa con un pan con relleno. Después siguió la "Rata" Fernandez, especialista en poner apodos, si te agarraba de punto no te soltaba todo el año un cómico por naturaleza. Cisneros, del grupo de los chancones, asegurado quién me preste los cuadernos para ponerme al día. Ferreñafe, especialista en lapiceros, igual me robó varios lapiceros y Pantigoso, del grupo de los que se dejan pisar, sólo un hola, sin mucha confianza para no perder el status.
El "Apache" aprendió a comer en grupo, ya no picaba a los demás, cuando cambiábamos el agua y sacabamos uno por uno los peces, el "Apache" parecía defender a sus amigos, picaba las manos, era el último en dejarse cazar.
Sin darme cuenta, me hice respetar en el "A-19". Era como el "Apache", no me dejaba picar por nadie, y picaba a los que se dejaban picar. Asi pasó mi primer año en la GUE Meliton Carvajal. Mi querido colegio, donde pasaría los próximos cinco años de mi vida.